viernes, 8 de octubre de 2010

EL POLLO Y LA RAPOSA (Cuento cubano)


El cuento de la semana                                                 de Aldo Méndez

Esta es la historia de un pollo que vivía feliz en su granja, estaba muy gordito porque lo único que hacía era zampar y comer, tragar y engullir.
Un día, el dueño de la granja tuvo que salir para arreglar unos asuntos en el pueblo y ésta quedó sola con sus animales.
Por aquellos alrededores siempre merodeaba la zorra, que esperaba, paciente, la oportunidad de entrar e hincar el diente a aquel hermoso pollo, que estaba cada día que pasaba más gordote y apetitoso.
Saltó la valla y empezó a correr tras el pollo, a la vez que se iba relamiendo; el pollo corría, torpón, todo lo que podía pero veía que la raposa estaba cada vez más cerca y ya sentía su apestoso aliento en sus cuartos traseros; de pronto vio a la vaca que pacía plácidamente y pensó en esconderse entre sus patas y así lo hizo pero, en este justo momento, la vaca soltó una enorme cagada que dejó enterrado de mierda al rechoncho pollo. Éste, enterrado en los excrementos se vio salvado por el momento, aguantó la respiración y esperó a que la zorra se marchase. Pero la zorra, tenaz y, sobre todo, hambrienta, empezó a dar vueltas y rodear el montículo maloliente, con paciencia, para no dejar desaprovechar una oportunidad como aquella.
El pollo, llegó un momento en el que no pudo contener la respiración, sacó la cabeza del apestoso fango a la vez que soltó un inevitable ¡pío!. La zorra lo agarró del cuello y sin más dilación los llevó a limpiar y cuando lo tuvo bien aseadito se lo zampó, se lo comió, lo tragó y lo engulló.

Moraleja:
1.- No todo el que te cubre de mierda te quiere mal.
2.- No todo el que te saca de la mierda es tu amigo.
3.- Cuando estés cubierto de mierda hasta las cejas no digas ni “pío”.

Aldo Méndez en un cuentero cubano.

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