Los participantes en el TAL (Taller de animación a la lectura) de Bonxe estuvieron leyendo:
Sinopsis
En El disputado voto del señor Cayo, Delibes aborda un tema que es una de las grandes tragedias de nuestro tiempo: el abandono del campo. A uno de los muchos pueblos prácticamente vacíos y en ruinas del norte de Castilla llega un grupo de jóvenes militantes de un partido político a hacer propaganda electoral. Los recibe el señor Cayo, uno de los dos vecinos que quedan en el pueblo. Su vida es casi robinsoniana, su hablar reposado, lleno de una ancestral sabiduría que infunde un hondo sentido humano de su persona. El lenguaje crudo y desenfadado de los jóvenes que le visitan, cultos a veces, inconscientes otras, es el contrapunto necesario para poner en evidencia la distancia que separa dos culturas, dos formas de vivir y de ver el mundo. Una que desaparece sustituida poco a poco por otra urbana, ruidosa y masificada.
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Después de leer el libro nos visitó el Sr. alcalde de Lugo para comentarlo con nosotros.
COMENTARIO DE LOS PARTICIPANTES:
Recibimos la visita del Sr. Alcalde de Lugo D. José Clemente López Orozco. Esta actividad forma parte de las que llevamos a cabo en el Taller de animación a la lectura, es una iniciativa que comenzamos con mucha ilusión, se trata de que una persona ajena a la prisión venga aquí a comentar con nosotros un libro que hemos leído previamente. El alcalde no ha dudado ni un momento cuando se lo hemos propuesto y nos ha prometido repetir la visita en un futuro próximo.
En este caso el libro leído era “El disputado voto del señor Cayo” de Miguel Delibes. Según nos ha contado y como político que es, él se ve reflejado muy bien en los protagonistas del libro.
Nos ha contado en un ambiente muy distendido como fueron sus inicios en la vida política en esa etapa de la transición española hacia la democracia. Hemos podido hacerle preguntas como por ejemplo, por qué los políticos no hacen campaña electoral en las prisiones, cómo van esas obras en nuestro barrio y también por la vida de nuestra ciudad.
Esperamos que esta iniciativa se mantenga en el futuro y vengan personas tanto de la vida pública como provada que estén dispuestas a compartir un poco de su tiempo con nosotros, que nos ayuden a olvidarnos aunque sea un momento de que estamos en prisión, que nos acerquen al mundo esxterior con iniciativas como esta.
Agradecemos a la escuela de la prisión y a nuestro educador el esfuerzo diario que hacen por formarnos cultural y socialmente como personas.
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Se terminó la actividad con el visionado de la película.
¡Qué bueno! Además vimos el otro día al Sr. Alcalde en la tele, aquel que nos recibió tan afablemente. Una experiencia cojonuda, además en estos tiempos que corren... Felicidades.
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